Más Allá de una simple historia
HABLAR de Dios en la historia significa afrontar un tema fundamental.
Si se la toma como lo que es, como presencia VIVA, PERSONAL y DINÁMICA, ella constituye, en efecto, el núcleo mismo de la relación entre Dios y el hombre.
De cómo se la conciba, dependen, en su entraña más íntima, la fe y la actitud religiosa. Y no sólo de cómo se la conciba expresamente, sino sobre todo de cómo se la dé por supuesta implícitamente. Pues ya se sabe que es en el suelo obvio e incuestionado de las «creencias», donde echan sus raíces más profundas y efectivas nuestras actitudes vitales.
lunes, 21 de abril de 2014
9:41
No comments
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario